Liderazgo Colaborativo y Rendición de Cuentas: piezas clave para el fortalecimiento de la Democracia y la Gobernanza

Extracto
La dinámica social, económica y cultural que experimentan los países de Latinoamérica y el Caribe, pero de manera particular en la República Dominicana, ha evidenciado que el fortalecimiento de la democracia y la gobernanza están directamente vinculadas a la capacidad de los actores clave para liderar procesos de manera estratégica, transparente, gestionando equipos multidisciplinarios, promoviendo y operativizando alianzas multisectoriales, e involucrando a los diversos sectores que se deben articular de manera orgánica, mientras avanzamos a la consolidación del país que soñamos.

Este artículo resalta la relevancia de la implementación del estilo de liderazgo colaborativo en la gestión de equipos multidisciplinarios, como pieza clave para fortalecer la seguridad ciudadana, la democracia y la gobernanza en la República Dominicana. Se destaca la importancia de la transparencia y la rendición de cuentas como resultados de la implementación de este enfoque de liderazgo. También, se examinan casos de éxito en otros países de América Latina, destacando la importancia de las habilidades gerenciales y directivas para promover sinergias entre profesionales diversos. Asimismo, se resalta el valor de cada área de intervención y la relevancia de la articulación multisectorial, las alianzas público-privadas y la participación ciudadana, todo bajo un liderazgo enfocado en impulsar cambios sostenibles en el contexto dominicano.

Rendición de cuentas y su relación con la democracia y la gobernanza

La rendición de cuentas es un pilar fundamental que fortalece la democracia y la gobernabilidad al garantizar que los funcionarios públicos y las instituciones sean responsables de sus acciones ante la ciudadanía. Este proceso promueve la transparencia y permite a los ciudadanos evaluar el desempeño de sus líderes, lo que es esencial para construir confianza en las instituciones democráticas. Según el politólogo argentino Guillermo O’Donnell (1998), la rendición de cuentas horizontal y vertical es crucial para prevenir abusos de poder y asegurar que las políticas públicas reflejen las necesidades y expectativas de la sociedad. En la República Dominicana, fortalecer los mecanismos de rendición de cuentas puede contribuir significativamente a mejorar la eficacia gubernamental y la legitimidad democrática.

En el contexto de un liderazgo colaborativo, la rendición de cuentas se ve reforzada al fomentar una cultura organizacional basada en la transparencia y la participación. Los líderes que practican este enfoque no solo asumen la responsabilidad de sus decisiones, sino que también promueven la implicación activa de los ciudadanos y otros actores en la supervisión y evaluación de las políticas públicas. Como señalan Peruzzotti y Smulovitz (2006), la participación ciudadana en los mecanismos de rendición de cuentas amplía y profundiza la democracia al involucrar a la sociedad en el control del poder político. Esto mejora la gobernabilidad al garantizar que las acciones gubernamentales sean coherentes con el interés público y al incrementar la confianza de la ciudadanía en sus instituciones.

El caso de la seguridad ciudadana y la articulación multisectorial

Se ha demostrado que la seguridad ciudadana continúa siendo uno de los desafíos más apremiantes en la República Dominicana. Según el Informe Nacional de Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD, 2021), la percepción de inseguridad ha aumentado, afectando la calidad de vida y la confianza en las instituciones. En este contexto, el liderazgo colaborativo para la gestión de equipos multidisciplinarios es una herramienta esencial para abordar problemas complejos que requieren soluciones integrales y coordinadas.

Reconociendo que la seguridad ciudadana está intrínsecamente vinculada con la democracia y la gobernabilidad, es vital que los líderes promuevan la transparencia y la rendición de cuentas, para mejorar la eficacia de las instituciones y promover una cultura de integridad. Como señala Rosario Espinal (2018), socióloga y politóloga dominicana, “la consolidación democrática en el país depende de la capacidad de las instituciones para responder eficazmente a las necesidades de seguridad de la población”. Por lo tanto, los líderes deben poseer habilidades gerenciales y directivas que les permitan fomentar la colaboración y generar sinergias entre profesionales de distintas disciplinas, como criminología, sociología, psicología, economía y ciencias políticas.

La promoción de sinergias en equipos multidisciplinarios es esencial para desarrollar estrategias que aborden las múltiples dimensiones de la inseguridad. Por ejemplo, el criminólogo venezolano Luis Gerardo Gabaldón (2019) enfatiza que “la comprensión integral de la violencia requiere la articulación de conocimientos provenientes de diversas áreas para diseñar políticas más efectivas”. Por su parte, el criminólogo dominicano Francisco E. Jiménez (2019) enfatiza que “la colaboración entre profesionales de diferentes disciplinas permite diseñar políticas de seguridad más efectivas y adaptadas a la realidad local”. En la República Dominicana, esta perspectiva es crucial para enfrentar desafíos como el crimen organizado, la violencia de género y la delincuencia juvenil, por lo que el fortalecimiento de estos aspectos puede contribuir significativamente a mejorar la gobernabilidad y la calidad de la democracia. https://www.redalyc.org/journal/279/27961118019/27961118019.pdf

En este sentido, la relevancia de la articulación multisectorial se evidencia en la necesidad de involucrar a diversos actores en la formulación e implementación de políticas de seguridad ciudadana que promuevan la transparencia y rendición de cuentas. Un caso de éxito que se puede mencionar es el “Plan Cuadrante” en Chile, donde la colaboración entre el gobierno, el sector privado y organizaciones de la sociedad civil resultó en una disminución significativa de los índices de criminalidad (Sozzo, 2017). Otro caso de éxito es el programa “Seguridad para Todos” en Costa Rica, donde la colaboración entre el gobierno, el sector privado y organizaciones de la sociedad civil resultó en una disminución significativa de los índices de criminalidad y en una mayor transparencia en la gestión pública (Mora, 2018). Estas experiencias demuestran que las alianzas estratégicas pueden generar impactos positivos y sostenibles.

La participación ciudadana es otro pilar fundamental para fortalecer la democracia y la gobernanza. Según el politólogo argentino Gabriel Kessler (2019), “la inclusión de la comunidad en la toma de decisiones en materia de seguridad mejora la legitimidad y eficacia de las políticas implementadas”. En la República Dominicana, iniciativas como los “Comités Comunitarios de Seguridad Ciudadana”, recientemente presentada por el Ministerio de Interior y Policía, permiten que los ciudadanos participen activamente en la identificación de problemas y soluciones, fomentando la confianza en las instituciones (Ministerio de Interior y Policía, 2024). https://mip.gob.do/autoridades-presentan-comite-seguridad-comunitaria-guaricanos-contra-crimenes-y-delitos/

En el contexto dominicano, existe consenso en las opiniones de expertos y organismos internacionales, en cuanto a la importancia de la participación ciudadana. Según la politóloga dominicana Olaya Dotel (2019), “la inclusión de la ciudadanía en la toma de decisiones es esencial para garantizar que las políticas públicas respondan a las necesidades reales de la población”. En la República Dominicana, iniciativas como el “Observatorio Ciudadano” permiten que los ciudadanos monitoreen y evalúen las acciones gubernamentales, promoviendo la transparencia y la rendición de cuentas (Transparencia Internacional, 2021).

El liderazgo colaborativo como catalizador para construir el país que queremos ver

Bajo la sombrilla de un liderazgo estratégico y colaborativo, es posible inspirar y motivar a los miembros de equipos multidisciplinarios a lo interno de las organizaciones que desarrollan e implementan acciones colectivas de incidencia orientadas al fortalecimiento de la democracia y la gobernanza. Esto también es crucial en el proceso de involucramiento de actores externos que se suman con la finalidad de alcanzar objetivos comunes. Bernard Bass y Ronald Riggio (2006) destacan que “los líderes transformacionales fomentan la innovación y el cambio positivo al inspirar una visión compartida y alentar la participación de todos los involucrados”. En el contexto dominicano, los líderes que adopten este enfoque pueden movilizar a diversos sectores para enfrentar desafíos como la corrupción y la desigualdad social, que alimentan la inseguridad.

La habilidad gerencial y directiva para promover sinergias entre profesionales diversos es esencial para el éxito de cualquier programa; es igualmente esencial en el caso de iniciativas enfocadas en el fortalecimiento de la democracia. Esto implica facilitar la comunicación efectiva, gestionar conflictos y crear un ambiente de colaboración. Según la experta en gestión pública María José Tonelli (2017), “la diversidad en los equipos puede conducir a soluciones más innovadoras si se gestiona adecuadamente, aprovechando las distintas perspectivas y habilidades de los miembros”.

Experiencias exitosas en otros países de la región son excelentes refrentes sobre cómo este estilo de liderazgo contribuye a la implementación efectiva de los planes de acción para el cambio social perseguido. En Colombia, la transformación de Medellín de una de las ciudades más peligrosas del mundo a un referente de innovación y seguridad es un ejemplo destacado. Este cambio fue posible gracias a un liderazgo estratégico que promovió la inclusión social, la participación ciudadana y la inversión en educación y cultura (Moser y McIlwaine, 2014). La colaboración entre el sector público, privado y la comunidad permitió reducir drásticamente los índices de violencia y mejorar la calidad de vida de sus habitantes.

De igual manera, en México, el programa “Todos Somos Juárez” implementado en Ciudad Juárez involucró a la comunidad en estrategias de prevención del delito, lo que contribuyó a una disminución significativa de la violencia (Calderón et al., 2019). Esta experiencia subraya la importancia de empoderar a los ciudadanos y fortalecer el tejido social para lograr resultados sostenibles. Asimismo, en Uruguay, la implementación del “Sistema Nacional de Diálogo Social” ha promovido la transparencia y la rendición de cuentas al involucrar a diversos actores en la formulación de políticas públicas (Rodríguez, 2019). Este modelo ha fortalecido la gobernabilidad y ha mejorado la confianza en las instituciones democráticas.

Definitivamente, el liderazgo estratégico y colaborativo para gestionar equipos multidisciplinarios, apalancado en alianzas estratégicas enfocadas en promover y vigilar la rendición de cuentas, es clave para fortalecer la democracia y la gobernanza en la República Dominicana, tal como lo ha sido en otros países de la región. Al reconocer el valor que cada área de intervención aporta, así como fomentar la articulación multisectorial y la participación ciudadana, los líderes pueden impulsar cambios significativos y sostenibles, mientras avanzamos hacia el ideal colectivo de una sociedad más segura, sustentada en una democracia sólida, donde la transparencia y rendición de cuentas definan el perfil de la gobernabilidad.

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