Vivienda Adecuada como Derecho Humano: Un desafío que persiste en América Latina y el Caribe

El déficit habitacional en América Latina y el Caribe (ALC) sigue siendo uno de los desafíos más importantes para las familias más vulnerables. Este déficit no solo se refleja en la cantidad insuficiente de viviendas disponibles, sino también en la calidad de estas, lo que pone en riesgo el derecho a una vivienda adecuada, concepto respaldado por organismos internacionales como ONU-Hábitat. A continuación, exploramos los componentes del déficit habitacional, las dificultades que enfrentan las familias de bajos ingresos y algunas posibles soluciones innovadoras para abordar esta problemática de manera integral.

Un panorama del déficit habitacional: cuantitativo y cualitativo
El déficit habitacional en la región se ha mantenido como un problema persistente. De acuerdo con estimaciones recientes de la CEPAL y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el déficit habitacional afecta aproximadamente al 40% de los hogares en América Latina y el Caribe. Este se divide en dos tipos: cuantitativo, que hace referencia a la falta de viviendas suficientes, y cualitativo, que señala la mala calidad de las viviendas existentes.

En 2018, ONU-Hábitat estimó que 65 millones de personas en la región carecían de acceso a una vivienda adecuada, y el BID destacó que más de 45 millones de hogares enfrentan condiciones de déficit cualitativo, es decir, viven en viviendas sin acceso a servicios básicos, construidas con materiales inadecuados o en áreas de riesgo​. Por otro lado, el déficit cuantitativo afectaba a 39 millones de hogares, es decir, aquellas familias que carecen de una vivienda propia o viven en condiciones de hacinamiento​. En comparación con los datos de 1995, donde el déficit habitacional total en la región alcanzaba los 53.6 millones de viviendas (con 27.9 millones de déficit cuantitativo y 25.6 millones de déficit cualitativo), los números recientes muestran un ligero progreso en la cobertura habitacional. Sin embargo, el problema del acceso a una vivienda adecuada sigue siendo crítico, sobre todo en las áreas urbanas marginadas y en zonas rurales.

Impacto en las familias vulnerables
Las familias más pobres y vulnerables de la región enfrentan las peores consecuencias del déficit habitacional. En muchos casos, se ven obligadas a vivir en asentamientos informales, sin acceso a servicios básicos como agua potable, saneamiento adecuado, electricidad o conexiones de gas. El hacinamiento es otro de los grandes problemas que enfrentan, con una media de 2.2 personas por habitación en algunos de los países más afectados, como Bolivia y Honduras​. Esta situación perpetúa los ciclos de pobreza, ya que las familias en estas condiciones no pueden acceder a mejores oportunidades de empleo, educación o salud. El acceso a una vivienda adecuada es fundamental para garantizar la estabilidad y el bienestar de las familias. Según ONU-Hábitat, una vivienda adecuada es aquella que no solo proporciona un techo, sino que también asegura acceso a servicios básicos, seguridad de tenencia, ubicación adecuada y materiales de construcción de calidad. Lamentablemente, en ALC, muchas viviendas carecen de uno o varios de estos elementos, lo que agrava la vulnerabilidad de los sectores más desfavorecidos​.

Propuestas de solución para reducir el déficit habitacional
Para abordar el déficit habitacional de manera efectiva, es necesario implementar soluciones innovadoras que combinen los esfuerzos de los gobiernos, el sector privado y la sociedad civil. A continuación, se presentan algunas estrategias clave:

  1. Autoconstrucción asistida y mejoramiento de viviendas: La autoconstrucción, también llamada la construcción social del hábitat, ha sido una estrategia de supervivencia para muchas familias de bajos ingresos. Sin embargo, para garantizar la calidad de las viviendas autoconstruidas, los gobiernos deben ofrecer apoyo técnico y financiero, facilitando el acceso a materiales de construcción de calidad y brindando capacitación sobre técnicas de construcción seguras​. Esta estrategia puede ayudar a reducir el déficit cualitativo y mejorar las condiciones de vida en asentamientos informales.
  2. Alianzas público-privadas: Las alianzas entre el sector público y privado pueden ser fundamentales para la construcción de viviendas de bajo costo. Los gobiernos pueden facilitar el acceso a terrenos y servicios, mientras que las empresas privadas pueden aportar la inversión y la experiencia técnica para garantizar la construcción de viviendas de calidad a un precio accesible​.
  3. Legalización de asentamientos informales: La regularización de tierras es un paso importante para garantizar que las familias puedan acceder a créditos y otros recursos financieros. Aunque la legalización de los títulos de propiedad no resuelve por completo el déficit habitacional, sí es un componente crucial para mejorar las condiciones de vida y asegurar la inversión en mejoras habitacionales​.
  4. Proyectos de urbanización con enfoque integral: En lugar de simplemente construir viviendas, es necesario que los proyectos de urbanización incluyan acceso a servicios básicos, transporte, escuelas y centros de salud. Esto crea comunidades sostenibles y mejora la calidad de vida de las familias de manera integral.

El déficit habitacional en América Latina y el Caribe es un desafío de gran magnitud, pero no insuperable. Las políticas públicas deben centrarse en abordar tanto el déficit cuantitativo como el cualitativo, asegurando que todas las personas tengan acceso a una vivienda adecuada. Reitero que la cooperación entre gobiernos, el sector privado y la sociedad civil es clave para implementar soluciones sostenibles e innovadoras que mejoren las condiciones de vida de las familias más vulnerables, mediante acciones colectivas y multisectoriales que contribuyan a garantizar su derecho a un lugar seguro donde puedan vivir y prosperar.

1 comentario en “Vivienda Adecuada como Derecho Humano: Un desafío que persiste en América Latina y el Caribe”

  1. Hola Jhonny, muchas gracias por tu tan interesante artículo y tus comentarios relacionados al deficit y posibles soluciones para aliviar el déficit. También este tema pasa por el tema educativo y de formación para las personas , familias y comunidades con menores recursos y oportunidades y para los que viven y son vecinos de estos grupos de familias. Este es un tema que hay que abordarlo también desde la educación formal, no formal y en iniciativas de las mismas comunidades. Sucede que muchas veces las personas no cambian su comportamiento, por que no se dan cuanta de la situación en la que se encuentran desde casi siempre. y esto podría comenzar a resolverse por una revisión de su propia situación, iniciando por ellos mismo en sus estilos de vida, costumbres, como en la higiene, el aseo , manejo de desechos y en general, la forma de hacer las cosas en sus hogares actuales. Que las soluciones planteadas se acompañen de elementos de formación, información y educación que pueden iniciar y ayudar a solucionar sus situaciones y que cada uno sea parte la solución, se organicen y encuentren formas más apropiadas para sus necesidad y contexto del lugar donde viven o bien encontrar oportunidades para mejorar o construir el lugar que más se adapte a sus necesidades, capacidades y preferencias. No hay soluciones rápidas ni mágicas. Muchas gracias Johnny!!

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio